El hombre que yo quiero

0
13748

Hubo un momento de mi vida en donde solo me limite a aceptar las migajas que recibía, en donde me conformaba con lo poco que me daban, pues creía que era feliz, o al menos trataba de convencerme de ello cada día.

Si me preguntan porque lo hacía, supongo que era porque era el estándar que conocía del amor, es decir, nos conformamos con el amor que creemos merecer, pero son las experiencias, propias y ajenas las que nos hacen caer en cuenta que no es así.

A veces, el entorno en donde nos relacionamos nos hacen creer esa falsa idea de que es mejor estar con alguien, sin importar “tanto” las circunstancias a estar solos por la vida. Pero no es así. Lo cierto es que tenemos lo que merecemos y yo no me merezco un amor a medias.

No es que sea muy exigente, pero no me conformo con el primero que toca mi puerta prometiendo amor, cierto es que en repetidas ocasiones no sé qué es lo que quiero, pero son esas experiencias de vida las que me han hecho madurar y darme cuenta de que es LO QUE NO QUIERO PARA MI. Por ello no me conformo con lo que va llegando.

Yo no mendigo amor, no ruego por una caricia o por un beso a destiempo, el hombre que me ame lo hará por quien soy y no por como él es cuando está conmigo, necesito a alguien con quien no tenga que estar escondiendo mis defectos, sino con quien los conozca, los entienda y me ayude a trabajarlos, lo mismo que doy es lo que pido de vuelta.

No quiero a alguien que siempre esté de acuerdo conmigo, quiero a alguien que sepa defender sus propias ideas, que me haga pelear por defender las mías, alguien que me rete intelectualmente todos los días. Una pareja vive mejor cuando aprende a darse cuenta que uno no siempre tiene la razón o que el otro siempre está equivocado. Quiero estar con alguien que sepa lo que quiere y que ante todo quiera estar conmigo.

Quiero a alguien que no se apene de decirme que me ama, que comparta películas cursis y que podamos pasar un fin de semana entero haciendo nada, solo juntos, pero no quiero una calcomanía que me siga a todos lados, quiero a alguien que respete el tiempo conmigo pero que no me siga como sombra, quiero a alguien que disfrute su tiempo a mi lado pero que tenga una vida a parte de mí, que sepa que requerimos nuestro espacio con nuestros respectivos amigos. Quiero un novio, no un soldado.

Quiero tener a alguien con quien hacer el ridículo no sea penoso sino divertido, quiero reírme de bobadas y tomar en serio sus historias, quiero acompañarlo en su vida, ser parte de ella y que él sea parte de la mía.

Quiero encontrar a alguien con quien construir una vida de cada momento, alguien que entienda mis pasiones, que si le gustan, las comparta, alguien que me de alas para irme pero raíces para quedarme.

Quiero a alguien que sepa que algún día despertaré con la garra para deshacer la rutina, para correr y desaparecer, pero que eso no quiere decir que me iré de su vida, necesito a alguien que sepa que así, libre, loca e irreverente estoy enamorada y su abrazo al final del día es lo único que me reconforta el alma.

Idea original: Débora Carrasco