No es que sea un robot, no es que no me importa nada de lo que siento, es que ahora ya no siento, estoy en pausa flotando y dependiendo de mi soledad que no disfruta de mi propia compañía. No es que este perdida desde que te fuiste para volar en el cielo, es que muchas cosas dejaron de tener sentido cuando disidiste irte a jugar con las aves invisibles que reinan el cielo. Yo no sé que ha sucedido desde que te marchaste y créeme que no es justo culparme, soy dueña de mis acciones pero ahora que mi espíritu se ha ido no tengo voluntad de hacer nada.
Ya no tengo frió, ya no tengo miedo intento respirar con fuerza y sacarla de donde pueda pero es que mi cuerpo se niega, mi cuerpo se quedo allá abajo en el colchón donde esta recostado, no hay razón para regresar e intentar, no hay razón para vivir sin no estás, no hay razón para latir si el corazón se seco. Se me fueron las razones y no es algo que yo misma haya decidido, tampoco es que te culpe pero es que ¡No tenías porque irte!
Muchas veces no pensé en ti, lo único que buscaba era ser feliz y me aproveche de tu vida que parecía eterna, absorbí toda la vitalidad que transmitías y cuando ese letargo te sacudió yo ya no pude pensar más en mí, me quede para ti, me di para ti y no pudiste quedarte con nada de mí para que no te tuvieras que ir. Mis sentidos han huido, el silencio me inhala desde adentro y ya no estás para poder encontrar un sentido ¿Dónde estás?
Dudo que quien no haya perdido pueda entenderlo, dudo que el tiempo avance rápido y me deje encontrarme contigo. Te hice una promesa y no pienso romperla, prometí vivir por ti y estar aquí hasta el fin, no veo la hora en la que esa palabra se vuelva realidad, pero mientras eso suceda yo debo quedarme aquí hasta que renazcas en forma de flor bella y perfuma, yo debo quedarme aquí hasta que regreses o bien hasta que sea hora de partir.