Me he cansado de niños, ahora quiero un hombre de verdad

0
32698

Es muy simple, un hombre de verdad no titubea cuando tiene frente a él a la mujer indicada, un niño siempre termina por huir… ¨cobardes¨ le dicen.

¡Me cansé! Sí, me cansé de andar con niños, de ser la niñera de unos cuantos, de batallar con aquellos a los que les gusta jugar con muñecas, me cansé de tanta inmadurez, de poner mi corazón en manos equivocadas, me cansé. He quedado jodida por darlo todo a manos llenas, por entregarme completa, sin reservas. Me cansé del egoísmo, de la soberbia, de luchar pero siempre en vano. Me cansé de querer a quien no sabe caminar tomando una mano.

A estas alturas de mi vida, quiero un hombre de verdad, de los que ya no es tan fácil encontrar.

 

 

Y es que un hombre de verdad no dudará, sabrá perfectamente lo que quiere y luchará por obtenerlo, tendrá bien planteado el rumbo de su vida, no son de los que dejan a la deriva. Son seguros e inteligentes y a pesar de tener que presumir, para nada son engreídos. Son humanos, sensibles y si tiene miedos los enfrenta. Es fuerte pero no teme mostrarse vulnerable. Sabe perfectamente cómo tratar a una dama y como hacerte enloquecer en la cama aunque lo segundo sólo ocurrirá cuando tú así lo desees y es que su objetivo en realidad es enamorarte; él te valora y se esfuerza por entregar su mejor versión y hacerte feliz. Un hombre de verdad sabe perfectamente que la relación es de dos, te invierte tiempo y sobre todo muestra interés. Es directo y sincero, no se anda con estúpidos juegos ni rodeos y sabe que sin comunicación ni libertad, el amor no durará.

Un hombre de verdad no titubea cuando tiene frente a él a la mujer indicada y es que él sabe perfectamente lo que quiere y va en busca de ello, no anda por ahí probando simultáneamente para ver lo que consigue. Un hombre de verdad mantendrá su independencia pero también te hará sentir dispensable. Nunca se frenará para hacerte saber cuánto te ama y sobre todo, no te habrá de descuidar, valora lo mucho que le costó enamorarte y sabe lo afortunado que es por tenerte a su lado.

 

 

Un hombre de verdad no se arriesga a echar una relación por la borda sólo por unos minutos de placer.

Un hombre de verdad asume responsabilidades y compromisos. Tiene la madurez para resolver cualquier diferencia, no deja lo importante para luego y te hace sentir su prioridad. Es discreto, educado, te apoya y te ayuda, te alienta a ir tras tus sueños. Controla sus impulsos, piensa más de dos veces lo que dirá o la manera en que actuará.

Un hombre de verdad no anda por ahí saltando de cama en cama ni alardea de haber conquistado a mil, son de los que se encargan de enamorar a una sola precisamente de mil maneras distintas. Él ya no está para desplantes, para celos sin fundamentos, para peleas tontas, él prefiero invertir las horas en ser y hacerte feliz. Es paciente, no son de los que te habrán de forzar, se irá con calma, sabe perfectamente que si fácil viene fácil va, por ello habrá de esperar. Es todo un caballero y no como el niño inmaduro al que le queda perfecto el papel de patán.

 

 

Un hombre de verdad tiene sueños, aspiraciones, se toma muy enserio las prioridades, sabe que todo en la vida cuesta por ello valora cada instante. Se enfoca en lo importante, se levanta de las caídas, se deja de estúpidas banalidades. Sabe que no es perfecto pero trabaja duro en una mejor versión. No presume, no menosprecia, para nada es superficial, tiene los pies bien puestos en la tierra y sabe que todo requiere de esfuerzo y si está en sus manos, siempre está dispuesto a ayudar a los demás.

Un hombre de verdad se ha dejado del juego de ¨hoy te quiero mañana te olvido¨, no tiene más tácticas, no te ignora para que caigas, no tiene una lista con un millón de chicas y no te hará sentir celosa. Te valora hoy y mañana también, sabe perfectamente que no te tiene segura, por eso su pan de cada día será la conquista. Cuida sus acciones porque teme lastimarte y en cualquier situación sabe comportarse, sabe que el timón de la relación la llevan los dos. Así de simple.

Un hombre de verdad sabe valorar a una mujer; tiene madre, tiene hermanas, tiene amigas y tendrá hijas, por eso es que no daña a la mujer que ama y es el hombre que querrá, precisamente para la niña que en algún futuro le llegue a llamar papá.

Autor: Stepha Salcas