No porque hasta ahora seas el mejor te ataré en destino y eternidad a mi lado, aún tienes opción, puedes renovar tu elección, busca tu propia dirección así con la misma valentía con la que desde que me conociste la diste por perdida, no seré nunca el futuro que esperas, porque somos más que diferentes somos opuestos completamente, no hay nada que nos haga ser similares, no hay nada que nos deje hacer lo mismo y no quiero condenarte a mi estilo de vida despreocupado, ligero, sin patrón y flotante. No es para ti, no es algo que puedas entender y mucho menos vivir.
Tú me revelaste la verdad del mundo y nunca esperé encontrar semejante revelación, tú me has dejado entender que hay más que ligereza y espontaneidad, eres el tipo que planea y da sólo pasos seguros. No puedo ser quien te quite esa buena característica, nunca escuches a las personas que te digan que eres un amargado y que te hace falta volar, sólo son personas que no pudieron con el peso de la realidad, no te dejes creer esas cosas porque nada más te quitaran la rareza pura que te hace ser tú.
Has sido mi hombre perfecto, has sido mi sueño hecho realidad, un maestro, un gúru, un profeta del amor sincero y real… No puedo competir yo contra eso, no puedo ofrecerte algo semejante, debo retirarme con honor antes de hacer algo que pueda lastimarte. Quizás esta despedida te parezca absurda, quizás te enojes y no te parezca pero debes aceptar porque veo lo que es mejor para tu bienestar, estoy tratando de no ser egoísta, de ver por antes de mí aunque no quiero tener que decidir por ti, no puedo decirte que mereces alguien mejor porque la verdad creo que nadie más te valoraría como yo además no tengo el derecho de decidir y decirte que mereces.
No quiero verte sufrir, no quiero verte detenido en vuelo y bajar por mí, no quiero que me arrastres y por el momento no te puedo seguir, mis pasos no son como los tuyos porque yo tambaleo, yo no me sostengo con fuerza de mi interior, me caigo demasiado y no me gustaría verte lidiar con eso.