Ojala me hubiera quedado contigo desde el día en que te vi, pero tenia que haberlo dudado para poder saber que eras perfecto para mí, tenía que haberte echo saber que te quería justo para mí, porque el tiempo le corrió en el momento que te acepte, no te podía ver y peor aún no sabía mucho de ti. Pero esta es una situación en la que dudo de mí misma, dudo si las cosas sucedieron porque yo quise o si en realidad el destino es real, si a vida en realidad se rige por el destino que nos hace tener este tipo de vivencias en la que parece que alguien superior a nosotros decide lo que sucederá.
No importa si es así, no importa si fue tú acción o la mía, no me importa la apariencia, la ropa, el pelo, la mirada o la voz, después de todo una imagen no puede ser definitiva, todo cambia y las cosas son como deben de ser. Cada quien decide si se quiere seguir o se quiere parar yo elijo seguir, yo elijo nunca terminar porque en ti esta lo que más quiero, porque en ti las cosas son como deben de ser, encajo, soy perfecta para ti, no hay nada que sobre, no hay nada que quede suelto.
Como un estuche tu cuerpo me abarca, me proteje y te vuelve el hombre perfecto para mí, te hace la persona que yo más quiero, no me dejes sin saber la verdadera razón de nuestro encuentro, eres como eres y soy como debe ser, no haya cosa más linda que hoy saberte parte de mi vida.
No importa cuando tarde en entenderlo, no pienso desperdiciarlo en cuestionamientos, prefiero seguir con lo que tengo, aprovechar cada segundo tu lado, llenarte de besos el cuerpo y detenerme hasta que el mundo te acepte, porque no hay nada más importante que poder salir con la libertad de no obtener miradas, ni juicios o aceptaciones disfrazadas; sólo un par de humanos que se aman y no hacen daño a nadie.