Una mujer feliz nunca traiciona a su pareja.

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Dicen que el hombre es infiel por naturaleza, pero también por educación, ya que la sociedad, de alguna manera, lo ve como algo esperado o permitido. Sin embargo, en el caso de las mujeres es muy distinto. Normalmente, cuando una mujer decide ser infiel es porque no es feliz en su relación, porque está pasando un mal momento con su pareja, porque lo necesita por su autoestima o porque buscan compensar sentimientos, cariño, pasión o ciertos aspectos que su pareja formal no logra satisfacer.

Aunque claro, hoy en día también hay muchas mujeres que lo hacen por puro gusto y otras por imitar la conducta del hombre, por lo que toman la infidelidad ya como un derecho personal. Son capaces de vivir un desliz sexual sin la menor culpa o remordimiento, ya que el peso social que implicaba el adulterio hace algunos años ya no es el mismo. Hay estudios que reflejan que muchas de las usuarias de los portales cibernéticos de citas, no son infieles porque estén descontentas de su relación de pareja o su matrimonio, sino porque desean romper la monotonía sexual. Por lo que, eso de que los hombres buscan sexo y las mujeres romanticismo, muy pronto será un mito del pasado.

Volviendo al tema, para un hombre siempre será más fácil disociar sexo de amor , ya que ellos pueden tener una aventura sin mayores culpas, sólo por placer o por tentación. En cambio, a la mujer le cuesta muchísimo, y como resultado se apasiona o termina por enamorarse. Es por eso que, una infidelidad femenina puede ser considerada más peligrosa que la masculina. Sí, es verdad que el hombre engaña más, pero también que la mujer engaña mejor. Aunque claro, ni uno ni otro caso es motivo para enorgullecerse. Es por eso que hay tantas historias de mujeres embarcadas en relaciones de infidelidad que quedaran guardadas sólo en su pensamiento, porque realmente son muy pocas las que se atreven a externarlo.

Lo cierto es que, la infidelidad de cualquiera de las partes siempre implica una traición a la confianza que la otra persona ha depositado en la relación. Sin embargo, en el caso de la mujer infiel, ella casi siempre brinda señales premonitorias, ya que intenta hablar de sus problemas e insatisfacciones con su pareja, mientras que el hombre es más dado a encerrarse en sí mismo.

Son alertas que gritan una gran insatisfacción como “me siento sola”, “ya no eres como antes” o “creo que ya no te gusto” y pueden convertirse en la antesala de la infidelidad. Y es que regularmente, la mujer, de cierta forma, casi siempre intenta solucionar los problemas que existen en la relación y cuando no lo logra, es que se concede el permiso para ser infiel.

 

 

Motivos de la infidelidad femenina

Falta de atención. Esta es la principal causa por la que, las mujeres deciden dar el paso a tener una relación fuera de la pareja…

No sentirse deseada. Una mujer que ha dejado de sentirse atractiva para su pareja, busca una aventura para volver a sentirse deseada; ya que el sexo es un factor CLAVE para tener una buena relación de pareja.

Falta de apego emocional. Si la relación no es satisfactoria desde el punto de vista afectivo, la mujer experimenta un enorme vacío emocional que intenta llenar con otra persona.

La odiada rutina. Por algo es tan odiada… Y es que cuando una pareja se sumerge en la rutina diaria, cuando pasa el tiempo y los gestos románticos disminuyen, las aventuras son una buena salida, y es que muchas mujeres suelen decir que “una aventura puede ayudar a revivir la pasión perdida”. Quieren sentirse especiales para alguien y volver a experimentar esas mariposas en el estómago.

Falta de afinidad. Las mujeres buscan comprensión y afinidad en cuanto a sus propios deseos personales. Es decir, buscan compartir hobbies y formas de pensar y de ser. Y si no lo consiguen, es cuando recurren a la infidelidad.

Ruta de escape. Estar involucrada en una relación tormentosa, dramática o con una persona que cargue demasiado equipaje puede orillar a una mujer a buscar un equilibrio fuera de su cama.

Ciclos abiertos. Muchas veces basta encontrar a su ex novio en el súper mercado para correr derechito a sus brazos. Si no han cerrado bien el ciclo con otras personas es muy fácil caer en una infidelidad.

Enojo. Estar enojada mucho tiempo con su pareja, guardando rencores por peleas pasadas puede derivar en una infidelidad en cualquier momento. No tiene que ser enojo por una infidelidad de él, sino simplemente ser incapaz de perdonar situaciones pasadas.

Venganza. Si él lo hizo, ¿Por qué yo no?

 

 ¿Cuáles son las señales de que una mujer está siendo infiel?

– Cada persona es un mundo, pero como regla general, el primer impulso de la mujer infiel es cuidar más su aspecto físico. Al volver a experimentar la pasión y sentirse deseada, es normal que se preocupe más por su apariencia. También influye el hecho de que al tener una vida sexual más activa, su organismo genera una mayor cantidad de feromonas, una sustancia que incrementa de manera natural su atractivo físico y la hace más deseable ante los ojos de los hombres.

 

 

– Otra señal de infidelidad es el grado de felicidad, ya que, aunque la mujer experimente remordimientos o culpa, en ciertos momentos se mostrará mucho más feliz y radiante de lo habitual. Este cambio en el estado de ánimo tiene una doble explicación, por una parte, su organismo está segregando una mayor cantidad de endorfinas, conocidas como las “hormonas de la felicidad”, y por otra parte, también se debe a que ha recuperado la ilusión y vuelve a sentirse atractiva.

– Finalmente, otro signo clásico de que una mujer está siendo infiel es la independencia. Cuando en una relación de pareja predomina el amor, nuestro cerebro libera una gran cantidad de oxitocina. Conocida como la “hormona del amor”, es una de las razones por la cual los enamorados no quieren separarse ni un segundo. Sin embargo, cuando ocurre una infidelidad los sentimientos cambian y la mujer comienza a reclamar su espacio, dejando a un lado actividades que antes compartía con su pareja.

 

 Etapas al sospechar la infidelidad…

Normalmente es posible que un hombre nunca sospeche que su pareja lo está engañando, pues no disponen del entrenamiento emocional de las mujeres, que pueden descifrar, a través del lenguaje corporal, el estado de ánimo de sus seres queridos. Y aunque ella pierda el interés en el sexo, él estará convencido que ella jamás lo haría, que ella es una buena persona. Y es precisamente por eso, que los hombres que son abandonados o divorciados, les sucede por sorpresa de un día para otro, sin sospechar remotamente siquiera las infidelidades de su pareja.

Al finalmente sospechar un hombre de la infidelidad de su pareja, normalmente pasa por estas dos etapas:

La negación. La negación es sana. Es una etapa de autodefensa ante un peligro que el sujeto no está preparado para afrontar. El tema que más desvela a las personas que sospechan de ser engañadas es averiguar a qué tipo de infidelidad marital se están enfrentando.

La Verdad. “La verdad, para muchos, es terrorífica. Significa romper con todo –las creencias, la identidad del otro, el sentido de la propia identidad– y replantearse el propósito del matrimonio y de todo un modo de vida-. Peor aún, la persona engañada tiene que enfrentar la posibilidad de haber contribuido de alguna manera a la infidelidad de su cónyuge.”

 

Lo que vive una mujer infiel

La mayoría de las mujeres que han sido infieles, antes de haber engañado a su pareja proclaman a los cuatro vientos que no son el tipo de mujer que harían esas cosas. Sin embargo, después de la infidelidad, se sorprenden y hasta llegan a sentirse asqueadas por su comportamiento, aunque al mismo tiempo, tampoco pueden evitarlo. Creen honestamente que lo que le están haciendo a su marido es algo equivocado e injusto, pero aún así son incapaces de poner punto final a sus aventuras. Muchas lo intentan en varias ocasiones.

Pero resulta que comienzan a ver a sus amantes como su “pareja ideal”, experimentan emociones que nunca habían experimentado antes. Vuelven a sentirse “vivas”. Se vuelven adictas a los neurotransmisores que el cerebro produce en los comienzos de una relación y pueden vivir en esta especie de “limbo” durante años. Se preguntan continuamente: “¿Debería seguir casada o debería divorciarme?”

 

 

Con frecuencia, las mujeres que deciden terminar con sus amantes experimentan un profundo dolor. Pueden deprimirse y proyectan sus sentimientos de rabia y frustración hacia sus maridos. No son conscientes de que están experimentando la ausencia de su dosis química diaria, debido a los cambios en su cerebro. Como resultado, muchas sentirán que han dejado pasar su oportunidad de ser felices debido a su indecisión.

Muchas de las que deciden divorciarse y se casan de nuevo -después de haber pasado varios años en sus nuevo matrimonio- se muestran, aparentemente de alguna forma, reticentes a hablar de los detalles de sus experiencias pasadas. Aun con ésas, muestran sentimientos de culpa y lamentan el daño causado a sus hijos y ex-maridos por el mero hecho de haber experimentado las sensaciones de una infidelidad.

 

¿Perdonar o no perdonar una infidelidad femenina?

Si para una mujer perdonar una infidelidad es un tema algo complicado, para un hombre lo es mucho más.

A diferencia de las mujeres, que suelen reprochar la infidelidad tanto a su pareja como a la “amante” que se acostó con él, en el caso de los hombres, estos no suelen reprocharle tanto a la otra persona, sino fundamentalmente a su pareja. Para ellos, ella se ha comportando como una “zorra” y no hay nada más que decir.

Para ellos no es sólo un tema de cuernos, es una pérdida de poder en el hombre y una traición. Pero lo que más les duele, es su incapacidad por no haber podido satisfacer a su pareja. El hombre casi nunca reconocerá sus errores o limitaciones y frente a ello, es mucho más fácil echar la culpa a ella por lo sexual antes que reconocerse colaboradores de dicha infidelidad.

Regularmente, sólo una de cada tres parejas en las que ha habido infidelidad se salva, y el resto, acaba deteriorándose en más o menos tiempo, pues ya no se confía en el otro. Aunque hay quienes logran perdonarlo todo y dejar a un lado su orgullo machista y son capaces de aceptarse como parte del problema o al menos escuchar. Son hombres que saben reconocer a una mujer como humana y reconocerse a ellos mismos como imperfectos. Son aquellos que aman a su pareja de tal forma que la perdonan porque su amor por ella es más grande. Aunque como lo dije, la mayoría de los hombres no suele perdonar una infidelidad. Es demasiada herida para su ego y orgullo.

No existe ninguna formula mágica para impedir el adulterio, sin embargo, sí es posible hacer difícil que suceda. Esta única forma consiste en amarse de verdad, tener respeto por la persona que tienes a tu lado, ser honestos y decir qué es lo que no está funcionando y por qué no eres feliz, de otro modo,  la infidelidad siempre será un acto de cobardía. Cuando la pareja siente un amor de verdad, no corre gran riesgo.

 No te preocupes si una mujer es infiel, Preocúpate de que sea feliz. Una mujer feliz nunca traiciona.

 

Autor: Karla Galleta