Debí decir la verdad todas esas veces que me preguntabas cómo estaba, yo pensaba que la vida era segura a tu lado, no imagine nunca que dejarías de preguntar y yo haciéndome la interesante, hoy no te importa ni un poco mi estado y ya no tengo a nadie quien me diga cómo va mi día, como esta mí estado de animo. Debí dejar de hacerme la fuerte, dejar las rudezas para otras ocasiones pero deje que mi imaginación me ganara, deje que toda esta tempestad fuera más fuerte que yo, me creí cada una de las cosas que escuche y ahora… ahora no estas.
Yo no soy adivina ni tengo poderes mágicos, yo nunca iba a adivinar que te irías así nada más y yo que malgaste mil días haciéndome la mejor. Y yo que desperdicie mi oportunidad contigo en banalidades de joven que no tienen ni la menor idea, ahora lo sé, ahora que no estas, apenas me doy cuenta que debí dejarme de idioteces, que debí dejar atrás la imagen y concentrarme más en el interior, en lo que tenía para darte, pero deje que se fuera por la basura, porque me preocupe más por la imaginé que yo daba, me preocupe más por las cosas que podrían decir.
Si tan sólo hubiera previsto que las cosas no son así, que no se puede ir por la vida creyéndose la mejor persona y no serlo. Siempre se debe ser coherente con lo que se dice y hace. Mírame hoy, sufriendo por lo que yo creía ya seguro , sufriendo y lamentando cada una de las cosas que debí decir, que por más ridículas que me parecieran era tan sencillo haberlas dicho y ahora tenerte a mi lado… pero no; como toda una tonta deje que mi imagen social fuera le primer lugar.