No juegues a la insistencia, yo tengo mucha paciencia pero no para ti, no para esas cosas porque estoy harta de no poder elegir, de ser la elegida y tener que soportar las desventajas de eso. Porque mientras se es la elegida se debe soportar las tonterías con las que la otra persona carga, quiero ser yo la que imponga la que tenga mil caprichos y alguien más los deba lidiar. Ya no quiero tener que ser yo la que soporte, la que complazca, la que vea por el otro como si yo no tuviera voz en esta situación.
No me mires con la comodidad de saber que me puedes convencer, ya no será así, ya no será el mismo juego en el que me convences y yo caigo redondita a tus palabras o a tus gustos. Convencerme siempre ha sido tu mejor estrategia, es uno de tus talentos más grandes pero me temo que desde ahora las cosas serán muy diferentes, me temo que tendrás que dar mucho, más de lo que estas acostumbrado. Olvídate de hablar de dos, ya no hay un par en esta relación, ha sido mucho el daño y pocos los beneficios. 
Quiero pedirte que te vayas y no regreses. me dueles muy profundo aún y es muy molesto que sea así pues aún estas aquí. Espero que seas consciente de lo que haces, espero que te quede muy claro el peso de romperle el corazón a alguien así, espero que tu edad te deje comprenderlo para que no vuelvas a hacerlo y si lo haces de nuevo pues fíjate bien porque un día serás tú… Verás lo que dolerá. El tiempo ya se ha ido, el tiempo no espera a nadie y no entiendo porque yo si tengo que esperar, mis años ya pesan aunque sean pocos yo debería de haber hecho más que esto. 
Camino sin ver a donde voy, hago lo posible por hacer que te vayas pero no pareces entender, hago lo posible por hacerte irritar y ver que por fin te vas pero no resulta así. Que penas verme en esta situación pero desde hoy lo único que puedo hacer por ti es pedirte que te vayas, es decirte que ya no hay nada aquí para ti.
