No somos las lindas que no nos queremos despintar las uñas y que nos quedamos por la tarde a mirar la telenovela, no somos las que necesitamos un hombre para poder salir, no tenemos miedo a mostrarnos tal y como somos; con miedo, con enojo, con furia, con alegría, sin miedo, sin prejuicios, sin maquillaje, sin depilarse… sin nada y con todo porque por fin hemos aceptado lo que la naturaleza nos da… Por fin poco a poco hemos aprendido que somos exactamente como debemos ser, que cada veintiocho o veintinueve días nos ponemos insoportables, que podemos llorar pero a la vez ser tan fuertes que nadie lo cree.
Nos hemos llenado de coraje y salimos a la calle con dignidad, luciendo como mejor nos parezca y no tenemos miedo. Son muchas las que se pierden pero somos más las que nos quedamos para exigir a gritos un lugar en el mundo que se intenta eliminar. Si a alguien no le parecen estas palabras es porque sienten miedo y la verdad es que deberían de tenerlo… Ya no nos preocupan las mismas superficialidades que un día nos distrajeron, ya no hay necesidad de un hombre a un lado para ser alguien.
Nuestras prioridades han cambiado y ahora con eso el reto es diferente. No hay necesidad de luchas, no hay necesidad de maldad y derrotar a cuanto pase por nuestro lado. Ya no luchen por estar un escalón más arriba, pues eso sólo se alcanza madurando, se alcanza abriendo los ojos y aceptando que a pesar de las caídas siempre se puede levantar, se alcanza aceptando que la vida nos pone mil situaciones de las que debemos dejar de engañarnos. No sólo es fuerza, no sólo es voluntad, no sólo es amor y carisma, se trata de humanidad.
Ya no puedes quedarte sentado luciendo bien y esperando que todas caigan a tu lado, ahora debes de luchar, ahora debes de esforzarte y hacer mucho para demostrar que puedes soportar lo que es una mujer de verdad. Ahora puedes ver que no se trata de regalos y palabras lindas, que debes de ser más que lo que cualquiera pueda tener y no sólo para mí sino para cualquier mujer que quieras.
