El recuerdo de aquellos amores pasados no es infidelidad.

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Es normal que al estar con alguien quieras ser la mejor persona que puedas ser para mantener vivo el amor que sientes por esa persona, es obvio que lo que busques es respeto y siendo así lo ofrezcas pero no por eso te limites a sólo pensar en esa persona. No porque quieras mucho a quien tienes a tu lado quiere decir que todo recuerde feliz de tu pasado tenga que ser borrado por temor a no querer hacerle sentir mal o faltar al acuerdo de privacidad. Una relación si bien es un trato y un acuerdo que se debe de cuidar no debe de convertirse en un martirio diario.

Puede que a vece recuerdes a aquellos amores que ya se fueron pero que más de alguna vez pasen por tu mente por un chiste que hayas escuchado, por un aroma de perfume te haya esto sonreír, por la voz de alguien que escuchaste te trajo de inmediato a esa persona con la que compartiste momentos increíbles. Puede que no sea la que ahora este contigo pero esa felicidad espontanea que ha llegado a ti no es cosa que este mal, entiende que los sucesos de ayer te hacen ser la persona de hoy. No hay falta de respeto en la melancolía o en el recuerdo, malo sería que el presente te haga una persona triste y sólo lo pasado arranque una sonrisa de tus labios.

Quien se quede contigo si en verdad ama lo que eres debe de estar consciente que sí, aquel novio que ya no es compartió mucho contigo, que a veces te saltaste clases para verle y te metiste en problemas, que corrían bajo la lluvia y que muchas veces te buscaste problemas con tus padres. Debe de saber que alguien más fue con quien diste tu primer beso, alguien más te tomo de la mano por primera vez y se recordarlo te hace reír o sonrojarte no es porque quieres regresar a ese momento o a con ese alguien, es porque la felicidad genuina e inocente se hace presente, alegra un momento y te hace ser esa mujer…

Fuerte, soñadora, llena de ilusiones, alegre y juguetona. A veces ruda pero otras tan linda como una pequeña. Una mujer que no teme pedir, que no teme rechazar y mucho menos entregarse al verdadero amor sin medida. Porque cada una de esas experiencias te dejan ser así, porque aún con las malas has aprendido y ahora puedes ser la chica fuerte, sabia; que sabe entregarse cuando en momento. Aquella que sabe amor de verdad aún con la mente llena de buenos recuerdos… la que reconoce y respeta a su amor verdadero.