Extraño aquellos días en el que revolucionabas mi alma En el que estar contigo era tan agradable, en el que nunca dejábamos de hablar incluso de cosas simples. Y cuando nos quedábamos callados, era un silencio cómodo, relajante y dulce, no como el que ahora nos consume, tan incómodo que pienso que estaría mejor en otro lado. Tus besos nunca habían cesado en el pasado. Siempre me demostrabas cuanto me amabas, eran como la miel: tan dulces y puros. Me alegraban, los anhelaba con el alma cuando estabas lejos de mí. Ahora tus besos son como un lejano recuerdo que, si suceden, son toscos y fríos, como si me besara un extraño ¿Acaso has cambiado amor?
Nunca nos llegábamos a separar ni un día, tu casa era la mía y la mía era la tuya. Siempre buscábamos estar juntos, como una obsesión o manía, mejor conocida como amor. En cambio, ahora solo pasan los días y las semanas. El no ver tu cara ya no me desmotiva, ya no me hace falta. Aunque sé que seguimos aquí, pero con un gran espacio entre nosotros. ¿Acaso estoy cambiando amor?
Cuando me hundía en tus brazos, la sensación era expedida, nuestras almas estaban en sintonía. Era como estar en casa, tú eras mi casa. Ya ni eso ocurre, más que el frío de la soledad rodeando mi cuerpo, creo que me he quedado sin hogar. Ahora solo hay ruido entre nuestras almas, como cuando la radio se avería. ¿Acaso hemos cambiado amor?
Valoraré cada recuerdo que tengo a tu lado cada vivencia, pero ya no le encuentro sentido a esto. No sé en qué momento nos hemos distanciado, en qué momento nuestro amor se quebró, no te señalare como el culpable porque quizás lo seamos los dos, a pesar de no saber en qué momento sucedió esto.
Debemos afrontar lo que está sucediendo. Te quiero, pero ya no te amo, no sé qué tan claros sean tus sentimientos en este momento, pero puedo decir que se han enfriado. No te culpo, ni me culpo, pero es mejor seguir nuestros caminos separados, te llevaré en mi alma gravado, aunque la llama se haya enfriado.
Romina Atencio