¿Cómo podría estar segura de que no me va a herir? ¿Qué mejor que hablar con su ex? Parece que cada vez que entramos en una relación nos sentimos igualmente emocionadas. No importa la edad, cuando te pregunta si puede tomar tu mano un frío recorre la espalda y te llenas de expectativas mientras caminas a su lado. Pero, ¿y si con el tiempo termina haciéndote daño? Por eso, no te sientas amenazado, cariño, cuando te digo que a veces quisiera hablar con tu ex.
Quizá hablar con tu ex sería como leer todos los spoilers antes de entrar a una película. Quizá se podría considerar jugar trampa. Pero de todas formas, estoy embarcando una nueva vida juntos y quisiera tener una entrevista, por lo menos de media hora, con tu ex.
Quiero saber si se te olvidará mi cumpleaños, o si vas a empacar mi botella de agua cuando vayamos de camping, o si le tienes temor a las arañas. Pero no quiero saberlo dentro de los filtros que crea tu propia percepción, sino de un espectador imparcial. Alguien objetivo que pueda emitir una opinión. Alguien que haya estado allí contigo, que se haya ensuciado en el barro y que haya nadado en las aguas más cristalinas. Quiero hablar con tu ex.
No pongas esa cara, ¿es tan raro decirlo?
Tengo tantas preguntas para ella, no sabría por donde comenzar. Para hacértelo más fácil de entender… Si lo nuestro fuera uno de tus juegos de vídeo, hablar con ella sería como leer el manual del jugador. ¿Ves? No haría daño, es sólo información para comenzar la partida.
Así que no me salgas con el concepto trillado de “mi ex novia está loca”. Sería como llegar al salón de clases y decir que el perro se comió tu tarea. De hecho, sería muy sospechoso que dijeras eso y te preguntaría: “¿Qué hicieron juntos antes de que se volviera loca?”.
¿Qué puedo hacer para que me entiendas? Quizá calmarte inicialmente, diciéndote que lo pienso mucho pero nunca lo haré. Quiero hablar con tu ex, por lo menos 30 minutos, pero la verdad no aguantaría que me hable de como besas o cómo le hiciste el amor. Así que no la mires, no me hables de ella. Déjame con mis pensamientos y ríete de ellos sin hacerme sentir avergonzada. Probablemente no leeré el manual de usuario y comenzaremos esta nueva partida juntos. Sin terceros.