Amo cada parte de tu cuerpo, cada lunar, cada cicatriz, cada gesto, amo todo en ti mi amor. Nunca te dejare, estaré siempre ahí para ti, nunca me cansaré de limpiarte tus lágrimas en los momentos de debilidad, nunca me cansaré de decirte que las cosas van a estar bien, aunque pienses que no hay salida. Tú siempre podrás contar con todo mi apoyo en las buenas y en las malas.
Nunca me cansaré de recordarte lo mucho que te amo, jamás lo haré y a diario te lo haré saber con esas dos palabras: “TE AMO”. Y aunque pueden sonar tan simples, en el fondo representan un sinfín de sentimientos, estas palabras pueden representar mucho más de lo que un ser humano podría comprender o entender. Te amare por siempre mi amor, pues el amor no envejece, tampoco la forma en que amamos, ya que es un sentimiento profundo, verdadero y único. Amo los momentos que disfrutamos juntos, amo tu compañía, amo tu forma de ser, amo tu sinceridad y me encanta el hecho de que eres fiel a mí en todo momento.
Amo amarte así tal cual y como eres, con tus defectos y virtudes. Te amo con tus días de locura, en tus días de angustia, en tus días tristes y en los felices. Te amo en la salud y en la enfermedad. Te amo aunque sé que no somos nada perfectos. Y agradezco a Dios todos los días porque ambos nos abrazamos las imperfecciones, nos brindamos apoyo en las deficiencias y en nos acompañamos en las carencias.
Agradezco a Dios por cada momento que he vivido a tú lado, momentos llenos de mucha pasión y lujuria, agradezco por los momentos de felicidad y también agradezco por aquellos momentos llenos de tristeza y que no han sido tan buenos para los dos. Estoy más que agradecida con Dios y con el universo entero, por permitirme estar en este viaje épico de la vida y el amor con un ser tan especial a mi lado, un ser tan maravilloso y tan lleno de luz como tú mi amor. No puedo evitar amarte cada día más. Es por eso y muchísimas cosas más que AMO AMARTE.
Yessica Sarcos