Suena el despertador. Nos despertamos en la mañana cara a cara. En realidad, soy yo quien se despierta. Estás durmiendo Tus ojos están aún cerrados. Por un minuto solo te miro. Comienzo por tu línea de cabello. Tu melena arrugada por la almohada. Mi mirada baja hasta tu frente, tus sienes, tus oídos. Tu adorable barba. Levanto una mano y, con delicadeza, paso un dedo por tu oreja.
Miro hacia tu nariz. Tu linda y pequeña nariz. La curva sobre tu labio, hasta tu labio superior. Tu varonil y sencillo bigote. Tu labio inferior. Tu mandíbula. Me encanta todo. Quiero atraparlos a todos con mis ojos. Quiero recordar todo. Quiero tomarte una foto con mi mente.
Solo esta vez déjame, solo déjame tenerte
En el exterior, los sonidos de las calles de la ciudad resuenan. Puedo escuchar los coches, los murmullos de la gente hablando, nuestros vecinos que se van a bañar. Puedo escuchar el mundo empezando a girar. Es temprano. El sol es amarillo suave y filtrado por suave tono mañanero. Puedo escuchar una brisa ligera, otro reloj despertador lejano, percibo cuando mueves las piernas mientras duermes, más cerca de la mía, envolviendo nuestros tobillos juntos.
Miro tu cuello, tus hombros, tus brazos. Te recibo. Respiro hondo y te huelo. Siempre me dices que no hueles a nada en particular, pero te equivocas. Hueles a ti. Hueles como tú por la mañana, cálido y acogedor y como el amor.
Este es mi momento favorito. Quiero decir, no me malinterpretes. Me encanta cuando estamos despiertos juntos, obviamente. Me encanta cuando hacemos el desayuno o, de manera más realista, vamos comiéndonos los panecillos por la calle. Me encanta cuando salimos a pasear y vamos a fiestas. Me encanta todo sobre estar despiertos juntos. Pero esto, ahora mismo, cuando estamos abrazados, bajo las sábanas, yo medio dormida y tú completamente dormido, es el momento que más amo.
Cuando te despiertas, ¿quién sabe qué pasará? Cuando te despiertas, el hechizo se rompe. Cuando te despiertas, cualquier cosa puede pasar. O nada podría pasar. Podrías perderte o podríamos enamorarnos más. Pero es un riesgo. Siempre es un riesgo. Y ahora, en este pequeño minuto antes de que nos despertemos, antes de que comience nuestro día, disfruto la tranquilidad. Lo sencillo. Lo agradable
Solo déjame tener esto
Déjame mirarte la cara sin interrupciones. Déjame pasar mis manos por el cabello a un lado de tu cabeza. Déjame escuchar tu respiración. Déjame sentir tu calor desde tu pecho y brazos. Déjame tenerte. Déjame tener esto. Ese es el pensamiento que tengo cuando te veo dormir: Déjame tener esto. Solo déjame tener esto.
Entonces, abres los ojos.
Anónima.