Hola, extraño:
Quisiera decir que es un gusto saludarte, pero parece un mal chiste escribirte nuevamente, especialmente si recuerdo cómo me rompiste.
Dicen que ahora tienes una nueva vida, totalmente distinta a la que te conocía, que ironía, todo está al revés, al malo le va bien, yo jamás me pude reponer.
Nunca pude volver a ser la chica que conociste cuando estuviste aquí.
Haría cualquier cosa por volver al día en que te conocí, te juro que te ignoraría y evitaría todo el caos que trajiste a mí.
Quisiera decirte que ya no te recuerdo pero estaría mintiendo, lo hago, casi a diario, te sigo recordando como el hombre que más me hizo da1.

Y ¿con ella es distinto?, cuéntame cómo te va, ¿acaso ya le dijiste que te gusta tener doble vida y personalidad?, dile que un día la elevarás hasta el cielo y al otro la dejarás arder en el infierno.
Me compadezco de ella, espero que sea mucho más inteligente que yo, que abra los ojos antes y huya tan lejos como le sea posible de ti.
Quisiera tener la certeza de que un día abriré los ojos y simplemente habrás desaparecido para siempre de mi mente, que nada, ni una canción, ni una película, ni siquiera escuchar tu nombre te traerá de vuelta, pero mientras tanto continúo padeciendo las consecuencias, sigues aquí, hasta en el eco de mi llanto, te sigo pensando para bien o para mal.
Me dejaste tan afectada emocionalmente que me cuesta mucho creer que el amor es de otra forma totalmente distinta a la que conocí a tu lado, me niego a volverme a enamorar porque temo que con otro sea igual, repetir el infierno en vida, que al principio todo sea felicidad y luego con el tiempo mis lágrimas caigan a diario por mis mejillas, no entender en qué momento me equivoqué, sentirme sola, indefensa, expuesta, no saber en qué momento perdí mi valor.
Te juro que he tratado de dejar atrás todo lo sucedido pero continúo despertándome a mitad de la noche con un sinfín de preguntas que al parecer, jamás responderás.

Continúo pensando que gran parte de lo que pasó fue mi culpa, por boba, por ilusa, por ingenua, por no saberte descifrar desde el día uno y no darme cuenta que lo que aparentas ser, es solo un papel, tu verdadera cara la muestras al final cuando das la estocada final.
Me duele darte el maldito gusto de mirarme tan distinta pero descuida que nadie se muere de amor y algún día resurgiré de las cenizas.
P.D:
Te prometo que es mi última carta.
Escrito por: Stepha Salcas
© ᴅᴇʀᴇᴄʜᴏs ʀᴇsᴇʀᴠᴀᴅᴏs
LIBRO A LA VENTA ¨LA VIEJONA AGRIA: AMAR EN TIEMPOS DE COBARDÍA¨.