No es parte de mi estilo de vida, yo quería la independencia que la esta falsa evolución nos pide, yo quería ser la única persona en mi vida sin importar la soledad y su dolor. De haber sabido que el amor duele más que la soledad misma nunca hubiera cedido ni un poco, nunca me hubiera aferrado a creer en la posibilidad de una vida linda y tierna a tu lado porque las cosas jamás ería de esa forma.
A mi edad sé distinguir lo que es amor y lo que no, no importa que sea la primera vez que lo haga, no importa que jamás haya experimentado tal historia porque basta con el sentido común ese estúpido sentido común que me fallo. Fueron las miradas, fueron las palabras, fueron las veces en las que la debilidad de este cuerpo deseoso de roses me hizo encender como flama. Como un huracán el sentimentalismo se apodero de mi inteligencia, se me ha incrustado la idea romántica de seguir por el resto de mi vida atada al respeto de un sólo amor. 
Adiós a la libertad de pensamiento, de decisión y de vida. Porque el amor ata a la otra persona, te ata a pensar siempre por dos y no sólo para ti. No es lo que yo quería no creo estar preparada para esto, no es que sea una egoísta pero acepto que eso del amor no es mi mejor opción para estos momentos y mírame aquí de cualquier manera pensando por dos, incluyéndote en mis decisiones y pensando que no quiero lastimarte, pensando que no quiero ser mala para ti y entonces diciéndote que prefiero no herirte, prefiero no intentar amarte porque puedo no ser la indicada.
Y salgo con ese cliché malvado que también me han dicho a mí… No quiero lastimarte y creo que te mereces alguien que te valore mejor que yo. Sé lo que vas a sentir y pido disculpas por eso pero así es como debe ser, no quiero atarme a un amor que sólo va a doler.
