Solía permitir que me hicieran muchas cosas porque sentía miedo de ser abandonada y de terminar sola. Pero ya nada de eso me importa, pues prefiero estar sola que rodeada de personas falsas, mentirosas y envidiosas que solo me usaban cuando necesitaban algo de mí. ¡Ya basta! No necesito en mi vida personas así, ya no tengo paciencia para aguantarlos.
Solía ser muy confiada, ingenua y hasta un poco tonta, solía ser aquella que a todos les decía que sí, aquella que a todos ayudaba sin importar quien fuese, aquella que no se enojaba con nadie. Yo era la que se sacrificaba por los demás incluso cuando nadie levantaba un dedo para ayudarme a mí. Pero ya no más, ya me cansé y no estoy dispuesta a tolerar las tonterías de nadie.
Me he convertido en una persona nueva, ya no me quedo mucho tiempo donde me tratan mal, ya logro irme sin sentirme culpable por el tiempo o el dinero invertido. Las cosas han cambiado para mejor, sé que merezco lo mejor y no tengo porque aceptar las tonterías de la gente. Ya no voy a fingir que todo está bien, por complacer a alguien más.
Comenzaré a sacar de mi vida a esas personas que llegan a mí con intenciones de restar y no de sumar, apartaré de mi lado a aquellos a quienes descubra que me están mintiendo, pues ya no estoy para aceptar dramas innecesarios. Ahora soy feliz por mi cuenta, me dedico a mis cosas, primero estoy yo y si me queda tiempo ayudo al que se merezca el apoyo, pues ya no estoy para aguantarme a nadie.
Para muchos mi cambio es muy radical ya que no soy la niña buena de antes a la que a todos les decía que sí y daba todo sin pedir nada a cambio. Hoy en día prefiero ser la chica mala, porque ahora no estoy dispuesta a tolerar las tonterías de nadie. Ahora sé que valgo mucho como persona y ya nadie me va a pisotear ni a aprovecharse de mi buena fe. Ahora vivo a plenitud y feliz de mi nuevo ser.
Yessica Sarcos
