Con una hora me basta para volverla nuestra eternidad.

0
4839

Puedo reconocer el aroma de tu perfuma desde metros de distancia porque eres un frasquito de carne y hueso, eres un pequeño botecito de fragancia, puedo olerte y perderme, olvidarlo todo y ya no saber más. Puedo besarte y perderme en el tiempo, viajar distancias kilométricas sólo para llegar al mismo lugar; tus labios, colador de palabras, filtro de confusiones porque con tus palabras todo se aclara.

Puedo escribir mil cosas acerca de tu perfección, pero no quiero, no puedo en realidad, porque me embriago con sólo pensarte, no importa que me digan enamorada, no importa que traten de decirme que el amor después de un tiempo se acaba; puede que así sea, puede que que así… y es justamente por eso que quiero comérmelo, que quiero beber en tus brazos de la esencia que me pone así de mal, porque el tiempo se va mi amor… El tiempo se va… 

De ese corazón que no entiende de razones déjame aprender, que tu salvajismo sea mi doctrina, que esa naturalidad tuya sea mi manera de ser y de pensar. De esa alma limpia y puedo tomar un poco para limpiar las manchas que me vuelven imperfecta, con esa palabras que ya te sabes, con esos modos que conoces dime que me quieres, déjame saber que me quieres para olvidar el tiempo que sigue corriendo.

Con las manos ocultaré este par de rostros, no habrá relojes en esta habitación y por un momento sólo por un momento todo el tiempo del universo será nuestro, lo haremos nuestro y si se niega lo someteremos. No habrá prisa, no habrá final sólo la eternidad, sólo la inmensidad, la humedad y la oscuridad de este par de ojos que se cierran al contacto. Nos volveremos superiores con el poder de transformar una hora en toda una vida que muere pequeñamente y que revive cuando toma aliento.