Si te quieres quedar podemos negociar.

0
9844

Si todavía quieres no digas más. aquí me quedo para que puedas llegar, para que no te pierdas en el camino pues sé que es difícil llegar y pasar por el bosque de piernas que no se acaban, que te vuelven loco y te hacen caer. No hay porque terminar, aún queda un largo paseo por este camino que he reservado justo para ti, no hay porque decir adiós si se esta listo, no me dejes plantada en este bosque; te lo pido. A veces me llevas a ese mar de lamentos, no hay porque lamentar que estas aquí, vuelve nene a mis brazos cuando lo necesites yo para eso estoy aquí.

Vendo mi amor al mejor postor, no es que este sea mi trabajo, es que en la vida no se puede apostar al azar, me aseguro de elegir al mejor, lo intento cada noche y al amanecer a veces me arrepiento. Así es la vida, así es mi vida y me fascina porque de no ser así no estuvieras aquí, implorando un momento, diciéndome que te han dejado atrás. que la mujer que pensabas correcta ya no esta. Shh silencio, si me quieres; aun estoy aquí, no me muevo de esta acera, me quedo con mi par de piernas y espero a que te decidas, dime si todavía quieres que hagamos tiempo. 

No pido que me salves, no necesito que me liberes de las cadenas que llevo en mi espalda, es el peso de mis decisiones y aunque me pesan, acepto con resignación cada cosa que en mi vida decidí, al final no importa pues aunque muera en vida puedo decir que sobreviví, camino sin rumbo aunque en realidad mi sendero ya esta marcado, tengo mi calle; ya sé por donde debo andar. NO necesito héroe, necesito una inspiración, un amor puro que me haga cambiar mi vida y mi costumbre. Sé que n hay amor verdadero, de existir no estaría yo aquí. 

Lamenta en mi hombro el desamor al que ella te somete, lamenta en mi pecho la piel que ella te niega y quédate dormido en mis piernas porque puedes encontrar el pequeño refugio que vienes buscando, no digas que no, así es la vida y debes saber que no hay problema, no hay juicio que te haga ver mal, no hay persona que juzgue lo que te vuelves cada viernes que vienes y es así porque todos aquí tenemos un pequeño secreto que nos pesa. No podemos apuntar con el dedo sin sentir el peso que llevamos a cuestas.