Quiero un amor de esos que rompen todo menos el alma

0
6413

Desde siempre, hemos escuchado eso de que hay que buscar un amor de los que duran toda la vida, sin embargo, empezamos una relación sin darnos el tiempo de haber soltado la anterior, empezamos a amar sin saber lo que conlleva, seguimos guiñándole el ojo al pasado, vivimos ese amor como si fuera igual al otro, quizá sin miedo nos entregamos pero siempre con reservas, incluso nos damos ese “chance” de ver, conocer y hasta propiciar algo nuevo aun estando con ese ser al que decimos amar, es así como casi sin danos cuenta, nuestra nueva aventura se comienza a desgastar.

Los comportamientos de las personas cambian, creo es por eso que las relaciones ya no duran, sin embargo, pongo de ejemplo a mis abuelos, ellos llevan casi 60 años juntos, me pregunto muchas veces como lo han logrado, sin embargo basta ver ciertos comportamientos de mi abuela para darme cuenta de ello.

En una ocasión mientras mi abuela preparaba café, de sus manos ya temblorosas cayó la tapadera de la azucarera, ella con todo y sus años, se agachó y recogió cada uno de los pedazos de la pieza de porcelana, los dejó en la mesa y con pegamento y mucho cuidado comenzó a unir los pedazos de esa vieja pieza. Le dije a mi abuela que no tenía que hacerlo que podía comprarle otra la próxima semana, ella solo volteó y me dijo, por eso los jóvenes no saben retener nada bonito y que sea duradero en sus vidas.

Me contó que esa azucarera se la habían dado cuando recién empezó a vivir con mi abuelo, me dijo que eran tiempos difíciles, que no tenían mucho como para poder derrochar, que si ella pegaba esa tapadera vieja como yo la llamé, ella sentía que le daba una caricia a su relación con mi abuelo, que ellos descubrieron el valor de las cosas estando hombro con hombro haciéndole fuerte a la vida, me dijo que si las relaciones de antes duraban, era por el empeño que se le ponía a arreglar las pequeñas rupturas que pudieran presentarse en la relación, a diferencia de ahora, que si algo se rompe poquito lo tiran a la basura, lloran tres días y salen a buscar otra aventura.

El noviazgo de mis abuelos apenas duró unos meses, pero la manera de ver la vida juntos es lo que les dio la fortaleza y las ganas de durar casi 6 décadas de la mano y contando, son de esas relaciones que no las rompe el tiempo.

Yo quiero un amor así, uno a la antigua, que me abrace por la espalda aunque tenga las manos ocupadas, un amor que no me sea perfecto pero si constante, quiero a alguien para ser y para estar, que no se rompa con un leve viento, si no que sean las tormentas lo que fortalezca lo nuestro.

Quiero una relación a la antigua, quiero verme reflejada en su mirada enamorada todos los días de la semana, quiero que sepa que no soy perfecta, que tengo mal humor y que la luna me afecta, pero que voy a amarlo siempre.

Dicen que solo se ama de verdad una vez en la vida, pero yo quiero amar mil veces, de mil formas diferentes a la misma persona que tenga a mi lado, deseo tener un amor a la antigua para que me extrañe cada que sale de casa y cuente las horas para besarme y acurrucarse en mi cama.

No solo se trata de pedir, quiero un amor a la antigua para aprender a pegar la azucarera rota, quiero aprender a amar de esa forma en la que se rompe todo menos el alma.

Idea original: Pao Torres